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Una emprendedora que navegó contra la corriente

Melva García, emprendedora mujer de negocios y portavoz del Empowering Latinas, comparte su historia de sacrificios y logros. En esta entrevista nos anuncia 70 becas de estudio para ayudar a las mujeres de la comunidad.

Muchas veces hemos escuchado que la suerte es estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. Tras la entrevista exclusiva con Melva García, mujer emprendedora, su historia demuestra que la fortuna es fruto de una actitud, es buscar el lugar adecuado, tener los conocimientos necesarios, para cuando se cree la oportunidad: brillar.

Melva muy joven tuvo que echarse su familia a cuestas y desarrollar su carrera de real estate en el peor momento económico de los Estados Unidos en los últimos años.

¿Quién es Melva García?

Primero de todo, soy madre de tres hijos increíbles, dos varones y una niña. Soy hija, hermana y tía. Todas las cualidades anteriores me motivaron para llegar a convertirme en quien quien soy ahora: una buena empresaria.

¿Crees que eres un modelo para las madres latinas que deseen emprender aquí en los EEUU?

Efectivamente, pienso que mi experiencia vital puede inspirar para otras mujeres latinas. Soy hija de padres cubanos, que llegaron a EEUU cuando yo era muy pequeña. Con ellos sufrí todas las vicisitudes que viven los emigrantes cuando les toca adaptarse a un nuevo país y vienen con lo justo. Peor aún si tenemos en cuenta que la emigración en aquella época no era como hoy, era menos organizada y peor vista. Pero mi padre siempre nos motivó a estudiar y a esforzarnos. Mi primera idea fue estudiar derecho y por ello me hice asistente legal.

Posteriormente me casé y formé mi familia pero lamentablemente, cuando nació mi tercer hijo, me divorcié. De repente me vi sola con la responsabilidad proveer a mi familia. En ese momento es cuando tomo la decisión de vincularme a la industria de los Bienes Raíces.

 ¿Por qué te decides por los Bienes Raíces y no continúas tu carrera legal?

Hubo dos situaciones que influyeron en mi toma de la decisión. Primero mi ex esposo trabajaba en la industria inmobiliaria. Y eso hizo me que me relacionara con muchas personas del mundillo de los bienes raíces. También quería un empleo flexible que me permitiera dedicarme a mi familia. Entonces, una amiga que conocía mi situación, me tomó prácticamente de la mano y me introdujo en el mundo de las hipotecas. Ella trabajaba para una financiera y habló con su jefe para que me diera una oportunidad.

Así empecé a trabajar haciendo hipotecas. Debo reconocer que mi experiencia legal me ayudó a ser más eficiente con mis clientes. Permanecí unos seis años en el mundo de los préstamos hipotecarios hasta que comenzó la funesta crisis.

¿Te refieres la crisis de 2009?

Sí, lo que pasa es que en la industria los síntomas comenzaron tres años antes. En 2006 y 2007, el mercado inmobiliario se puso realmente cuesta arriba. Las financieras exigían condiciones imposibles, los tasadores de propiedades tenían muchos problemas a la hora de tasar, era imposible refinanciar a un cliente, creció tremendamente el inventario de las propiedades en ventas, se manifestaban signos que presagiaban algo negativo en el futuro. Muchos comenzaron a abandonar la industria para dedicarse a otros trabajos. En mi mente solo tenía una pregunta: ¿ahora qué? Yo había apostado todo a los bienes raíces y, de repente, me explotó la burbuja en mi propia cara. Mi condición personal no había cambiado, seguía siendo una madre divorciada con tres hijos que alimentar.

¿Entonces qué hiciste?

Pensar y pensar, años antes me yo había sacado la licencia de Real Estate. Pero, no lo había ejercido porque el primer bróker que me entrevistó me explicó que el salario promedio de un agente era inferior al que yo recibía como paralegal. Además, en mi empleo recibía mis cheques, tenía vacaciones y 401k. Por ello en aquel entonces, estimé que era muy arriesgado dejar algo seguro para irme a vender casas. En esa ocasión pasé por alto algo muy importante, el bróker siempre habló de los ingresos de los Realtor promedio. Y uno no puede aspirar nunca a ser promedio en lo que haga, debemos aspirar a estar en el tope, a ser los mejores. Y me faltó experiencia y valentía para asumir el reto.

Pero en plena crisis no tenía más remedio, cuando todo el mundo salía de la profesión, decidí que era mi hora de entrar, era el momento de ir contracorriente.

¿Por qué esta temeridad?

No fue temeridad, al trabajar haciendo hipotecas conocí mucha gente importante, gente con mucho dinero que me estaban muy agradecidos por mi profesionalidad y por haberles ayudado con sus inversiones. Los bienes raíces, es un negocio de relaciones.

Observé que muchos de aquellos clientes estaban liquidando sus bienes y al indagar por qué y me explicaron que iba a ver una burbuja. Querían poner el dinero a buen recaudo para cuando reventara, volver al mercado a comprar las gangas que se producirían. Esa información resonaba en mi cabeza.

Cuando tomé la decisión de hacerme Realtor, les llamé y les expliqué que podían contar conmigo si decidían entrar nuevamente al mercado. Y así fue, en cuanto comenzaron los foreclosure masivos ellos se lanzaron a comprar. Siendo totalmente sincera, no fue lo más bonito de mi carrera, porque había mucha gente sufriendo perdiendo sus casas. Las propiedades estaban muy deterioradas, con los suelos levantados, las paredes arruinadas, sin ventanas, todas rotas. Pero, fue momento ideal para establecerme en este negocio.

¿Ahora qué haces?

Ahora soy directora de la división de lujo en Century 21, donde se venden propiedades a partir de US$1 millón. Además de ayudar a los nuevos agentes a llegar a sus objetivos y elevar susnegocios, me ocupo de mi profesión y salgo a vender. Con los años he creado una magnífica cartera de clientes a quienes atiendo personalmente.

– Además, comienzas a devolverle a la sociedad lo que ella en un momento te dio, estás ayudando con la campaña Empowering Latina, ¿qué es esto?

Es algo muy lindo. Century 21 me ha dado la oportunidad, como bien dices, de retornar a la sociedad lo que he recibido de ella. No siempre sabemos cómo hacerlo o no tenemos la oportunidad de encontrar un proyecto que nos motive. Pues bien, soy la vocera de la campaña Empowering Latina promovida por Century 21 e Hispanic Heritage Foundation que, con el objetivo de empoderar a nuestras mujeres, otorgarán 70 becas para estudiar la carrera de real estate sin pagar un centavo. Los únicos requisitos que se exigen son, ser mujer latina, mayor de 18 años, haber terminado del high school y ser bilingüe. Las interesadas deben postularse en la página de Hispanic Heritage Foundation. El plazo de admisión de las solicitudes cierra el 8 de diciembre y a principios de enero publicaremos los nombres de las 70 afortunadas.

Las becas cubren un curso en la escuela Gold Coast School de Real Estate, el proceso de inscripción, el pago de las huellas, los libros, la matrícula para los exámenes del Estado, cubre todo lo que implica tener el certificado de licencia de Realtor. Una vez graduadas, se les llevará de la mano en nuestras oficinas hasta que se introduzcan en el mercado inmobiliario, para ello hemos creados unos programas de entrenamiento muy completos donde se les darán todos los instrumentos para convertirse en mujeres de éxito en el mundo del negocio.

¿Un consejo para los jóvenes que comienzan?

Aléjense de quienes le digan que no pueden alcanzar sus sueños.

¿Te consideras una mujer afortunada?

Muy afortunada, y emprendedora, tengo una magnífica familia, vivo del sudor de mi frente y puedo ayudar a los demás, qué más desear.

 

Fuente: La Nación Ecuador

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