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Call Me by Your Name

El amor es un tema recurrente en las películas de Luca Guadagnino; y bajo este se ha dado una evolución con cada propuesta cinematográfica del italiano. En su ultima película que nos entrega Guadagnino es Call Me by Your Name (Llámame Por Tu Nombre), guión de James Ivory adaptado de la novela del mismo nombre de André Aciman. Es 1983, Elio de 17 años conoce a Oliver de 24, estudiante universitario que trabaja en su tesis junto al Padre de Elio.

La autenticidad de esta historia es predominantemente por la actuación de Armie Hammer como Oliver y Timotheé Chalamet como Elio; las que han sido elogiadas desde Sundance hasta los premios de la Academia (Oscar) de este año.

El primer amor es el que nos marco para toda la vida; el que nos movió y nos llena inexplicablemente, y este tipo de amor es el que vemos florecer entre los dos personajes el que evoluciona de una amistad en la que los dos constantemente jugueteaban de manera inocente. Guadagnino nos expone a ese sentimiento una vez mas, de manera ajena y personal al mismo tiempo.

Durante las dos horas que nos convertimos espectadores de esta historia, vemos como de la manera mas honesta y sutil nace una relación pura entre Elio y Oliver; y es por esta misma razón es que la película logra su veracidad emocional. Las actuaciones sobresalen por que no las vemos como actuaciones.

Los espectadores nos apropiamos de Oliver y Elio. Todos nos identificamos con los dos personajes; a través del dolor, de la alegría que todos vivimos como ellos en algún momento. En cierto modo, la película es una emboscada sentimental en el que revivimos sensaciones perdidas que nos dan vida nuevamente. 

Al mismo tiempo el director no uso la sexualidad explicita para explotar el romance; opto por manifestar la sensualidad sin verse trivial para forjar el vínculo de los personajes en el que logra una pasión autentica através del lenguaje corporal. Una omnipresencia del homoerotismo de manera inocente se siente en la película, de principio a fin pero de igual manera implícita. Una sutileza tan perfecta, que nunca recurre a la palabra homosexual (o derivados) ni cuenta con estereotipos de ningún tipo.

En general el largometraje se aleja completamente de una presentación cruda de lo que evidentemente es una relación que combina amor y sexualidad equitativamente.

Como todo film de coming-of-age explora el tema de la sexualidad; pero vemos un replanteamiento de temática que cuestiona como vemos el amor, trascendiendo el tema de género y orientación sexual, deconstruyendo la manera en que dos seres humanos se aman de la manera mas pura y sencilla.

Sin tomar en cuenta los elogios internacionales que ha acaparado esta película, debemos verla para revivir momentos que ya pasaron. Guadagnino nos invita a transportarnos no solo a Italia através de su bella fotografía; pero mas que nada a volver a vivir el delirio que es un primer amor musicalizado con la letra y guitarra de Sufjan Stevens casi como un narrador de la historia de Elio y Oliver.

 

Siéntate, y sufre por dos horas viendo el romance mas puro de nuestros tiempos.

 

Texto: Juan Fernando Crespo @fashionlolito

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